Elsita preciosa:
Desde tus tres años intentamos que fueras haciéndote más independiente. Una de las primeras cosas que quisimos intentar fue que te vistieras solita de vez en cuando. Es gracioso que en ese momento es cuando se pueden ver tus gustos personales.
Pues resulta que tus gustos son un tanto curiosos. En cuanto pudiste vestirte tú sola, elegiste una camiseta, la que fuera que te gustaba en ese momento, y… unas medias. Y nada más.
No sé exactamente qué es lo que tanto te gusta. Tal vez sea la libertad de movimiento o tal vez la estética, simplemente. El caso es que de tanto en tanto, desde tus tres añitos, aprovechas los días sin cole para proponer tu “uniforme” preferido.
Chéri y yo nos reímos cada vez después de pedirte que te cambies para ponerte un pantalón de verdad. Si estuviera socialmente aceptado vestirse así te prometo que no tendríamos ningún problema. Nos encanta ver tus piernecitas fuertes y ese culete precioso. Pero la gente pensaría que no te cuidamos bien, que has perdido tu falda, o que no tenemos dinero para vestirte correctamente.
Mientras escribo esto, estás en Berlín de viaje con Nina y Abuelo, visitando a Flócoli. Tienes 7 años y tus gustos no han cambiado, aunque te has hecho un poco más razonable. Hace una semana te pedí que te pusieras un “collant” porque no me salía la palabra “leggings” y tú, alegre, me preguntaste como siempre, señalando a tus piernas y a tus pies: avec les pieds?
Mea culpa.